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¿Demasiadas cosas a la vez? Tres criterios humanos para priorizar hoy

aprender viviendo Nov 13, 2025
Mujer reflexionando con una libreta en la mano, pensando cómo priorizar sus actividades cuando tiene demasiadas cosas a la vez.

¿Sientes que haces muchas cosas a la vez y aun así no llegas a lo importante?

Si te descubres saltando de una actividad a otra solo para cumplir, este episodio es para ti.

Te acompaño a decidir qué priorizar hoy. Tres criterios simples y humanos para continuar con propósito cuando todo parece urgente. De eso hablamos hoy.

Para empezar 

Cuando empezamos algo importante, es fácil recargarnos con listas de pendientes. Algunas cosas ayudan, pero otras solo nos mantienen ocupadas. Si sientes que haces muchas cosas a la vez y no sabes cómo priorizar tus actividades, este episodio puede ayudarte a mirar tu día con más claridad.

Hoy veremos cómo decidir qué priorizar sin exigirnos y sin culpa. No es un método para hacer más, de manera más eficiente. Trabajaremos con tres criterios profundamente humanos que te devuelven claridad: tu propósito, el valor real de tus actividades y tu identidad en transformación.

 

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Criterio 1: La conexión con tu propósito

Priorizar significa elegir lo importante, lo que es valioso para ti.
Y eso ya lo sabes. Has tomado la decisión de actuar para alcanzar un futuro que valoras.

Pero el día a día puede distraerte con exigencias que te desvían de lo primordial, aunque den la impresión de que avanzas porque estás ocupada. Quizá pienses que todo es importante y que es cuestión de continuar porque estás muy cerca.

Sin embargo, algunas áreas de tu vida pueden ser más importantes que otras para ti.
Y en esas que más valoras, tienes un propósito claro: un “para qué” o una razón fundamental.

Puede ser tu familia, y se han mudado a otro país para mejorar su bienestar.
Puede ser tu comunidad, y has iniciado un voluntariado para contribuir a la cohesión social.
Puede ser tu realización personal, y estás cambiando de carrera para ser coherente con quien eres hoy.

  • ¿Cuál de las actividades que realizas hoy están alineadas con tu propósito?
  • ¿Actúas de manera intencional para alcanzarlo?

 

Lo que priorizas en tu vida

Solo tú eres responsable de alcanzar lo que te importa. Si no le das prioridad, nadie más lo hará.
Si pospones lo importante para hacer lo urgente —lo que solo te permite cerrar el día sin pendientes—, ¿cuándo harás lo importante?

Y cuando sigues tu propósito, aparece una luz: una motivación auténtica que nace dentro de ti.

 

Criterio 2: El valor de tus actividades y tu valor

El valor de cada actividad está en su contribución para alcanzar tu propósito; es decir, en su “razón de ser”. Si tienes varias actividades en tus manos, cada una tendrá mayor o menor contribución. Su valor es relativo.

Contribución y sinergia

Además, algunas actividades juntas pueden potenciar su valor, permitiéndote llegar de mejor manera o con menor esfuerzo. Actúan en sinergia.

Para identificarlo, necesitas un orden. No se trata solo de hacer una lista de actividades, sino de agruparlas en torno a objetivos y metas tangibles. Y realizarlas en una secuencia lógica: unas antes, otras después.

¿Para qué apresurarse a hacer varias al mismo tiempo?

Es mejor realizar una actividad a conciencia, conociendo su valor, que intentar hacer muchas de manera desordenada, porque eso te desgasta y desorienta. Puedes perder la brújula del “para qué” las haces.

  • ¿Qué actividades contribuyen más a tu propósito?
  • ¿Cuáles disfrutas más o te impulsan a continuar?
  • ¿Cuáles requieren mayor enfoque?
  • ¿Cuáles te cuestan más? 

 

Tú eliges dónde poner tu energía

Como estas actividades son de distinta naturaleza, no existe una fórmula mágica para decidir en qué momento las realizas. Si tienes más energía por las mañanas, haz entonces las que requieran mayor enfoque o las más difíciles. Tú misma encontrarás tu ritmo.

Lo primordial es que tú decides a qué le dedicas atención porque conoces su valor.
Tú decides cuándo el esfuerzo vale la pena. Y reconoces que vales más que todas esas actividades y planes. Por eso te cuidas.

 

Criterio 3: Tu identidad en transformación

Si ya tienes tus actividades alineadas con tu propósito y ordenadas dentro de una estrategia clara, reconociendo su valor y tu valor, eso no significa que todo seguirá igual.

Puede que sientas desorden o desaliento, si no aceptas esto:
la vida real es compleja, y muchas cosas escapan de tu control.

Si el día a día se complica:

  • ¿Qué actividades haces de manera intencional?
  • ¿Quién eres cuando las haces?
  • ¿Eres quien realmente valoras ser hoy?

 

Reflexionar y avanzar con propósito

No se trata de hacer seguimiento a tus planes, sino de evaluar si lo que haces sigue siendo importante para ti hoy. Priorizar hoy significa reconocer quién eres y en quién te estás transformando.

Si te das cuenta que sigues alineada con tu propósito, revisa si han surgido oportunidades para ajustar tu diseño: quizá algunas actividades ya no son necesarias, o hay otras que generan más sinergia. Tu experiencia te permite aprender y reajustar.

Si notas que otras áreas de tu vida se han vuelto más importantes, identifica el propósito más relevante para tu presente. Puedes preguntarte de manera honesta y reiterada: “¿Para qué hago lo que hago?”

 

Decides mientras te transformas

No se trata de competir entre actividades ni de mantener propósitos que ya no son valiosos para ti.
Se trata de reconocer que, como ser humano, decides mientras te transformas.

Cada día, tus decisiones implican decir “sí” a unas cosas y “no” a otras.

  • Dile “sí” a lo que enriquece tu vida y te permite construir el futuro que valoras.
  • Dile “no” a lo que ya no conecta con quien eres hoy.

Y si sientes que te desvías en actividades que sí están conectadas con tu propósito, recuerda:
puedes revisar con flexibilidad su contribución y su valor, porque sigue siendo un “sí” para tu vida.

Tú eres importante y eres líder de tu vida.

  

Elegir en consciencia para avanzar

Cada decisión te abre caminos y te cierra otros. Algunos caminos te acercan a lo que valoras; otros te muestran que es momento de ajustar el rumbo. En ambos casos, estás creando futuros posibles.

 Elegir con consciencia no se trata de tener control, sino de reconocer tu capacidad de decidir con con propósito. Y ahí está la paz que nace de actuar en coherencia con lo que realmente importa.

Recuerda: solo con tus decisiones en el presente, puedes construir el futuro que valoras.

 

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