¿Motivación que se esfuma? Recuerda tu luz auténtica

¿Has sentido que no avanzas aunque te esfuerzas y que el día se hizo pesado?
Ahí aparece la duda: ¿es solo cansancio o lo que antes te motivaba ya no es suficiente?

Si estás viviendo un cambio importante, necesitas aclarar esa duda con honestidad para decidir qué hacer después.

Si estás viviendo un cambio, es normal que sientas cansancio en algunos momentos, sobre todo si has sobredimensionado tus fuerzas.

Y esto puede ocurrir cuando estás muy entusiasmada con lo que te has propuesto.

Pero, ¿y si hay algo más?

Motivación auténtica: nace de tu interior

La motivación auténtica es la que nace de tu interior, donde guardas lo que te importa realmente, los valores que guían tu vida.

Esa motivación es la fuerza que te impulsa, cuando estás en coherencia:

• Cuando tus acciones reflejan lo que piensas y lo que dices.
• Cuando te atreves a vivir lo que crees importante.

Por ejemplo, eres coherente:

Cuando no echas basura en la calle porque te importa el medio ambiente.

Cuando no compras ropa producida por empresas que explotan a sus trabajadores porque valoras la justicia y la dignidad humana.

Si estás viviendo un cambio significativo en tu vida:

• ¿Cómo tomaste esa decisión?
• ¿Qué te impulsó a hacerlo?
• ¿Para qué?

Tus respuestas pueden darte señales de tu motivación auténtica.

Y si sigues preguntándote, llegarás a esa razón lo bastante fuerte que te impulsó a iniciar.

Podrás recordar el futuro que querías alcanzar.

Y ahora, ¿este cambio sigue siendo valioso para ti?

¿Todavía está ahí esa razón?

¿Ese futuro sigue siendo tu futuro o ya no te reconoces ahí?

¿Cansancio o falta de sentido?

Si ese futuro sigue siendo tuyo, probablemente lo que sientas ahora sea cansancio. 

Tu motivación no se esfumó. Ya la recordaste, ¿cierto?

 Lo que pasa es que no apoyaste tu motivación con acciones sostenibles para ti, en tu situación actual.

Entonces, puedes reorganizarte: descansar y retomar de otra manera.

Porque lo que venías haciendo, tus tareas habituales ya no te sirven.

Y es importante que te hayas dado cuenta. ¿Cierto?

No debes continuar a cualquier costo

Disciplina con sentido

¿Has escuchado que la motivación sirve al inicio, pero después lo que importa es disciplina?

Miremos con calma.

La disciplina no es sacrificio.

Es una disposición mental que te ayuda a organizarte y continuar lo que decidiste.

Como toda disposición, puede fortalecerse con los hábitos que construyes o debilitarse cuando estás cansada o sin enfoque. 

 ¿Disciplina, para qué?

Continuar para lograr metas que ya no tienen sentido para ti, te desgasta mucho.

Es como seguir un camino que ya no te lleva a ningún lado.

O por lo menos no te lleva a un lugar donde realmente quieres ir.

Mejor, te preguntas hacia dónde quieres ir realmente.

Y si ya lo sabes, ¿cómo eliges vivir?

Elige tu camino con claridad

 ¿Alguien te dijo que la vida se trataba de luchar?

Puedes alcanzar tus metas, sin sufrimiento.

Porque tú decides lo que haces y lo que crees que es posible.

Si pensamos en el camino, no veas solo el destino,

mira también el sendero que estás pisando.

Y así podrás respirar el aire puro,

sentir la brisa del viento en tu rostro,

escuchar los cantos de los pájaros…

Y caminar con fuerza, disfrutando.

La ruta que estás siguiendo para alcanzar ese futuro valioso,

¿cómo es?

Y esa pregunta también me la hago yo.

No siempre tengo la respuesta inmediata, y está bien.

La pregunta me ayuda a darme cuenta de cómo estoy viviendo, mientras construyo ese futuro.

Tres opciones frente a la duda

Ya iniciaste un cambio que elegiste porque tenía sentido, te conectaba con un futuro valioso en ese momento.

Si hoy tienes dudas, tienes tres opciones:

1. Sostenerte con propósito.

Si recuerdas tu “para qué” y este futuro sigue siendo tuyo:

Necesitas cuidarte, descansar.

Y encontrar nuevas rutas, nuevos ritmos.

2. Hacer una pausa.

Si no estás segura de tu “para qué” porque tú estás cambiando, 

si ese futuro se ve difuso, incierto, lejano:

Necesitas evaluar dónde estás hoy y qué te importa.

3. Dejar ir.

Si te das cuenta que ese futuro ya no es tuyo:

Necesitas soltarlo, insistir te desgasta más.

Porque tú sabes dentro de ti que no te llevaría a ningún lado.

Tu decisión en coherencia 

Y en cualquiera de los tres casos, toma una decisión que respete tu coherencia.

Porque solo lideras tu vida cuando te permites reflexionar sobre qué te importa realmente. 

No se trata de continuar por exigencia externa

O porque hiciste un compromiso contigo misma.

Es tu vida.

Tú decides vivir con una luz fuerte que ilumine tu camino,

o con una vela que se prende y apaga según los vientos.

Tu motivación auténtica es esa luz que te acompaña cuando eliges un cambio, cuando sigues con perseverancia y cuando te detienes a evaluar si necesitas ajustar o soltar. 

Esa luz te ayuda a vivir en coherencia. 

Y hoy la decisión está en tus manos: ¿qué eliges?

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