Cuando la vida se complica: tu propósito brilla

Grabé este episodio en una semana de retos. Si estás pasando por un momento así, puede ofrecerte un espacio de conexión interior, propósito y autenticidad.

¿Qué haces cuando las cosas parecen moverse a tu alrededor?

 Esta semana se complicó para mí.

Y, entre emociones intensas, decidí grabar este episodio.
No como siempre, pero sí desde el corazón.

 Porque cuando no tienes certezas,
tu propósito puede seguir brillando.

 Y a veces, eso basta para seguir.
De manera distinta, pero real.

Este episodio no es como los otros.
Y está bien.

Porque en este momento, no tendría otra manera de estar aquí,
contigo, siendo yo misma.

Una semana para descubrirme

Estoy atravesando una situación compleja.

Mi papá está hospitalizado desde hace unos días.

Su salud se ha deteriorado por un cáncer avanzado,

y eso viene afectando a mi familia en muchos sentidos.

Surgen conversaciones que no habíamos tenido,

sentimientos que no habían aflorado,

pensamientos que habíamos evitado nombrar…

Además, tenía un informe importante, las clases en la universidad...

Todo se juntó. 

Ha sido una semana con varios retos personales y familiares,

y con emociones a flor de piel.

También en el cuerpo, literalmente.

En momentos así, te das cuenta de que no estás sola.

Y también, de que no necesitas estarlo.

Y no me refiero solo al apoyo invaluable de la familia.

Cada persona en el camino está contigo,

si te abres a la posibilidad de que sí te escuchan.

Lo notas en una mirada sincera,

en una frase que no es nueva,

pero suena real.

¿Te ha pasado?

¿Qué haces cuando todo se mueve?

Y si estás atravesando por una situación difícil,

si sientes que las cosas cambian muy rápido,

¿cuál es tu ancla?

¿En qué te apoyas para continuar?

Lo que te importa te ilumina.

Lo que te ilumina, te da fuerzas.

Elige seguir, aún cuando todo se mueve.

Porque tu contexto no define tu vida, ni te define a ti.

Y puedes elegir distinto.

Porque aprendes viviendo.

Y te das cuenta de que eres más fuerte de lo que pensabas.

No porque puedas hacer todo sola,

ni porque tengas todas las soluciones,

sino porque estás ahí, presente,

aunque de manera distinta.

De manera distinta…

si te permites experimentar lo que vives.

Más consciente de tus emociones, sintiendo.

Más atenta a lo que necesitas, escuchándote.

Más presente, reconociendo quién eres.

Siento miedo. También nostalgia.

Me permito sentirlas porque son mías.

Y me conectan con lo que me importa:

mi familia, mi seguridad, mi saber interior.

Porque mi propósito no ha desaparecido.

Brilla distinto,

con menos bulla, pero más profundo.

Aprende Siendo.

Y cuando miras hacia adentro,

te puedes dar cuenta:

¿Cuál es tu ancla?

¿En qué te apoyas para continuar?

Elegir seguir, desde el corazón 

Me sostengo en mi fe.

Porque mi sueño es valioso.

Porque mi motivación es auténtica.

Porque puedo estar sin certezas,

y aun así, elegir estar aquí, compartiendo contigo.

Y elijo estar.

De manera distinta,

de mi corazón al tuyo.

Con tristeza,

que me lleva a reflexionar

y sentir con honestidad.

Con esperanza,

como aliento de renovación.

Porque estoy viva.

Y tú también.

Porque aprendemos viviendo.