¿No avanzas en el cambio que elegiste? Tu evidencia dice que sí
Oct 30, 2025
¿Sientes que no avanzas en ese cambio que iniciaste? Es normal, cuando el proceso es largo y muchas cosas aún son nuevas. Aun así, ya avanzaste: hay huellas de que estuviste ahí con decisión y propósito. Hoy vamos a mirar esa evidencia para que continúes con claridad. Sí vale la pena.
Para empezar
En procesos de cambio profundo, a veces te sientes estancada; parece que lo que haces no te lleva a ningún lado y la confianza inicial disminuye. Miremos esto con honestidad: tomaste una decisión con un propósito valioso y has avanzado. Ahora necesitas recordarlo y reconocer tu progreso sin exigencia y sin falsa modestia: existe evidencia.
Para eso, veremos tres fuentes de evidencia: lo que es fácil para ti hoy, lo que deja huella en ti y lo que te trae estabilidad.
1. Lo que es fácil para ti hoy
Si sientes que lo que haces es fácil y por eso no vale, recuerda cómo llegaste aquí.
Muchas cosas que haces ahora antes no podías hacerlas, quizá ni sabías que las ibas a necesitar. Por ejemplo, si pasaste de la vida académica a la consultoría, hoy preparas propuestas más directas y enfocadas para tus clientes, pero al inicio buscabas referencias para cada argumento.
No se trata solo de conocer la técnica, sino de sentirte capaz de usarla. Esa autoeficacia te permitió avanzar: tu experiencia y lo que has aprendido son suficientes para continuar.
No necesitas quedarte en dudas o suposiciones; en tus propias acciones está la prueba.
Lo que sucede es que las personas tenemos la tendencia de adaptarnos a la situación actual y cambiamos la base de comparación; por eso parece que sigues igual o que haces “lo fácil”.
¿Qué haces hoy con mayor seguridad que hace tres meses?
¿En qué decides más rápido y con mejor criterio?
Recuerda lo recorrido, no solo mires el presente. Lo que te parece fácil hoy es evidencia de que has aprendido.
Lo que es fácil para ti hoy vale mucho. Sí avanzas.
2. Lo que deja huella en ti
Si sientes que no has avanzado, observa los hitos en tu camino.
Para esto, hablemos de las acciones intencionales. Son aquellas decisiones y pasos que realizas de manera deliberada para acercarte al futuro que valoras, que buscabas cuando iniciaste tu cambio. Están conectadas con tu propósito.
Hagamos un ejercicio breve, ahí donde estás.
Primero, piensa en la semana pasada: ¿qué hiciste?
¿Cuáles de esas acciones fueron intencionales?
Ahora recuerda lo que hiciste en el último mes:
¿qué acciones intencionales realizaste?
Si sigo preguntando hacia atrás, te costará más responder.
Recordarás lo más significativo, los momentos de asombro, de descubrimiento… ahh.
Llegaste ahí por acciones concretas.
¿Las reconociste cuando las estabas viviendo?
¿Cómo mantenerlas en su justo valor?
Necesitas registrarlas o guardarlas en algún lugar. Un cuaderno físico o digital basta para traerlas al presente y reconocer su aporte a ese futuro que valoras y a tu aprendizaje como persona.
En un cambio profundo, tú también te transformas, y eso no sucede de un día para otro. Solo reconociendo el progreso puedes ser consciente de cómo está cambiando tu vida realmente.
Lo que deja huella en ti vale mucho. Sigues tu propósito.
3. Lo que te trae estabilidad
Si sientes que te has estancado, analiza qué te da estabilidad.
Tu proceso de cambio no es una línea recta: has tenido sorpresas, dudas, alegría y miedo. En medio de todo, desarrollaste prácticas o rutinas que te permitieron continuar.
¿Cuáles son esas prácticas? Tal vez dejaste de ver noticias por la noche para dormir mejor y prefieres leer un resumen al día siguiente. Tal vez protegiste un espacio del fin de semana para estar con tus seres queridos.
Para ti ahora es “normal”, pero antes no lo era; por eso puede costar que las veas como progreso. Reconoce esas prácticas y nómbralas.
¿Qué práctica te ayudó a llegar hasta aquí?
Si aún no identificas tus prácticas, puedes desarrollarlas: acciones pequeñas y factibles, que realizas de manera continua.
Hacer lo mismo no es aburrido si te permite realizar acciones intencionales cuidándote. Puede ser necesario para construir una base sólida y hacer sostenible tu cambio.
Lo que te trae estabilidad vale mucho. Te permite continuar con confianza.
Tu evidencia existe
Con estas tres fuentes de evidencia —lo que hoy se te hace fácil, lo que deja huella en ti y lo que te trae estabilidad— puedes continuar con confianza.
Tu evidencia existe. Está en tu vida hoy.
Si prefieres que te cuente esto en video, puedes dar clic en el botón de "play" abajo👇
También te puede interesar
Tienes la evidencia. Has aprendido y puedes continuar con confianza.
¿Quieres decidir con propósito y confianza? Únete a nuestra comunidad.