¿Sientes la presión del tiempo? Avanza sin exigirte de más.

¿Has sentido que el tiempo corre, pero tú no avanzas lo suficiente?
¿Que no puedes simplemente “seguir tu ritmo” porque hay decisiones que no pueden esperar y compromisos que debes cumplir?
A veces no puedes darte el lujo de avanzar lento.
Pero tampoco puedes desconectarte de quién eres por avanzar a un ritmo que no es tuyo.
Este episodio es sobre ti, para valorar tu decisión valiente cuando iniciaste un cambio importante en tu vida - estudios de posgrado, un emprendimiento, un cambio de carrera.
Y para que avances sin exigencias y con claridad.
Es cierto. Cuando estás actuando para hacer realidad tus objetivos, el tiempo sí importa.
Porque las becas se vencen, los ahorros se terminan y los momentos compartidos en equipo no vuelven.
Tu vida cambia.
Puede ser que ahora estés sintiéndote sola, que te esfuerzas pero no avanzas y buscas maneras de ser más eficiente porque el tiempo no lo puedes estirar.
Sin embargo, sabes dentro de ti que no puedes actuar más rápido sin quebrarte.
Un tiempo atrás cuando trabajaba de manera dependiente, decía:
“Si voy a trabajar tanto, mejor lo hago en algo que sea mío”
Claro. Quería sentir que seguía mi propósito (“lo mío”), pero la premisa tenía un problema: pensaba que debía esforzarme mucho en cualquier caso.
Eso era normal para mí.
Y sí me quebré, más de una vez.
Si tú te presionas por ir más rápido, por alcanzar metas tangibles en el más corto plazo, puede pasar algo:
Que sigas avanzando en un proyecto que alguna vez fue tuyo,
pero que hoy ya no reconoces como parte de ti.
Porque tu motivación inicial se diluyó,
frente a la exigencia de hacer más,
de aprovechar el tiempo al máximo,
descuidándote.
El tiempo es real
Si tu proyecto representa un cambio importante en tu vida,
tomará más tiempo porque estás viviendo cosas nuevas
y tendrás muchos aprendizajes.
Pero viene la presión del tiempo.
Si estás estudiando un posgrado, no puedes quedarte haciendo la tesis de manera indefinida.
Si estás viviendo un cambio de carrera, ¿cuánto tiempo puedes mantenerte?
Yo misma trabajo como consultora a tiempo parcial, en paralelo a Aprende Siendo.
Porque tengo compromisos con mi familia y quiero sostener mi propósito y mi vida.
Si ahora mismo sientes la presión del tiempo,
¿cuándo sería un problema?
Cuando te paraliza o te lleva a avanzar solo desde el miedo.
¿Perder el tiempo o perderte?
A veces lo que cuesta más no es el esfuerzo,
sino sentir que lo que haces no tiene sentido.
Si te enfocas en lo que debes hacer mejor, más rápido,
de manera más eficiente,
puedes encontrarte completando listas o tareas
para no perder el tiempo.
Puedes sentir, en el fondo, que no eres tú quien avanza.
Que estás trabajando en algo que decidiste hace un tiempo,
pero se va volviendo pesado y te atrapa.
Pierdes la energía, pierdes la claridad.
Y puedes sentir que no eres suficiente.
Que ese propósito te quedó muy grande,
que cada día que pasa te alejas de tus metas
y debes seguir corriendo.
Pero tu visión también es real
Imagina por un momento este escenario…
Caminas dentro de un bosque.
No tienes del todo claro hacia dónde vas.
Pero llevas una brújula: tu propósito.
Y aunque no ves con nitidez lo que hay al otro lado,
tienes una imagen, una visión de futuro que valoras.
Pero si en lugar de mirar ese paisaje,
te enfocas solo en cuidar un arbusto —el que conoces, el que ya plantaste—,
y vuelves a él cinco veces al día para asegurarte de que crezca,
podrías estar perdiendo de vista hacia dónde ibas.
Puedes olvidarte de lo que estás construyendo.
No vas a abandonar el arbusto,
pero necesitas levantar la vista,
apreciar el paisaje claro,
recordar lo que te importa realmente
y seguir cruzando el bosque.
En lugar de quedarte en los pequeños pasos del día,
puedes avanzar con dirección
y encontrar rutas con arbustos distintos.
Reconectar con tu visión.
Reconectar contigo.
Y avanzar siendo fiel a ti.
Desde afuera, es fácil decir “sigue tu ritmo” o “descansa”.
Y quizá tú pienses que debes culminar lo que has planeado para sentirte bien.
Quizá pienses que no estás haciendo nada extraordinario
porque solo cumples lo que decidiste.
Y eres coherente - te puedes decir.
Pero un proyecto importante puede tomar tiempo.
Lo sabes, ¿cierto?
También sabes qué hacer
para que ese cambio sea tuyo realmente.
¿Debes hacer muchas cosas?
¿Debes planificar en detalle todo el tiempo?
¿La vida de quién está cambiando?
Entonces, si tú eres protagonista del cambio,
si eres tú quien decide:
Puedes darle forma a tu proyecto,
decidir en el proceso.
No terminar con gran sacrificio
para recién disfrutar.
Tu vida, tu energía, tu identidad
Si te reconoces protagonista, te puedes cuidar.
Reconocer lo que necesitas para estar bien
y para sentirte bien.
Si tienes claridad sobre tu propósito,
puedes decidir cuando encuentres baches en tu camino
o te tropieces dentro de un bosque oscuro.
Y continuar.
Porque el camino es tuyo.
Tu valor es tuyo, no depende de pequeños o grandes logros.
Y eres tú cuando reconoces que el tiempo no rige tu vida.
Tú decides y puedes priorizar lo que realmente importa,
así como encontrar el ritmo que te permitirá llegar
con perseverancia y en conexión contigo.
Aunque el tiempo importa. Tú eres mucho más importante.
También te puede interesar:
🌿¿Cómo mantener tu energía y propósito en proyectos importantes?
🌿¿Para qué te sirve evaluarte, si solo te enfocas en lo que logras?

Reconecta contigo. Aunque el tiempo importa, tú eres mucho más importante.
¿Te gustó esta publicación? Escucha todos los episodios del podcast aquí 💡